El brote de Ébola en el África Occidental está fuera de control
EBOLA
La aparición de nuevos focos de la enfermedad en Guinea, Sierra Leona y Liberia, no tiene precedentes en términos de la distribución geográfica, personas infectadas y muertes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS; Ginebra, Suizat) se han producido 528 casos y 337 muertes desde que comenzó la epidemia. Se han identificado enfermos de Ébola en más de 60 lugares diferentes en los tres países, lo que complica los esfuerzos para tratar a los pacientes y frenar el brote, y hay un riesgo real de que se propague a otras áreas. Lograr el control de la epidemia requerirá un despliegue masivo de los recursos de los gobiernos en el África occidental y las organizaciones de ayuda, de acuerdo con la organización médica internacional, Médicos Sin Fronteras (MSF; Ginebra, Suiza).
Desde que el brote comenzó en marzo de 2014, MSF ha tratado a unos 470 pacientes, 215 de ellos casos confirmados, en centros especializados creados en la región. Han sido enviados unos 300 trabajadores de MSF, nacionales e internacionales, y más de 40 toneladas de equipos y suministros a la región, para ayudar a combatir la epidemia. En Guinea, MSF les da apoyo a las autoridades de salud mediante el suministro de asistencia médica para los pacientes en Conakry, Telimele y Guéckédou. Se construyeron unidades de tratamiento en Macenta, Kissidougou y Dabola. Los equipos de MSF están respondiendo a las alertas en los pueblos, haciendo sensibilización en las comunidades y ofreciendo apoyo psicológico a los pacientes y sus familias.
En Sierra Leona, en colaboración con el Ministerio de Salud, un equipo de MSF está construyendo un centro de tratamiento de Ébola de 50 camas en Kailahun, que abrirá sus puertas esta semana. Ya se han instalado pequeñas unidades de atención de tránsito en Koidu y Daru y una tercera abrirá pronto en Buedu. MSF también le ha proporcionado al Ministerio de Salud los suministros con el fin de apoyar la construcción de nuevos centros de tratamiento. En Liberia, un equipo de MSF ha puesto en marcha una unidad de tratamiento en Foya, otro en el hospital JFK de Monrovia, y también ha organizado cursos de capacitación y equipo donado. Pero MSF advierte que está teniendo dificultades para responder a la gran cantidad de nuevos casos y lugares.
“La epidemia está fuera de control; hemos alcanzado nuestros límites. A pesar de los recursos humanos y los equipos desplegados por MSF en los tres países afectados, ya no somos capaces de enviar equipos a los nuevos focos de la enfermedad”, dijo Bart Janssens, MD, director de operaciones de MSF. “La OMS, los países afectados y los países vecinos deben desplegar los recursos necesarios para una epidemia de esta magnitud. El Ébola ya no es un problema de salud pública limitado a Guinea; está afectando a la totalidad de África Occidental”.
La enfermedad por el ebolavirus (EVD) es una enfermedad viral, aguda, grave, a menudo caracterizada por la aparición repentina de fiebre, debilidad intensa, dolor muscular, dolor de cabeza y dolor de garganta. Esto es seguido por vómitos, diarrea, erupción cutánea, deterioro de la función renal y hepática, y en algunos casos, hemorragias, tanto internas como externas. Los brotes de EVD tienen una tasa de mortalidad de hasta el 90%. El virus se transmite a las personas, de los animales salvajes y se disemina en la población humana a través de la transmisión de humano a humano. No existe un tratamiento específico o vacuna para su uso en seres humanos o animales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS; Ginebra, Suizat) se han producido 528 casos y 337 muertes desde que comenzó la epidemia. Se han identificado enfermos de Ébola en más de 60 lugares diferentes en los tres países, lo que complica los esfuerzos para tratar a los pacientes y frenar el brote, y hay un riesgo real de que se propague a otras áreas. Lograr el control de la epidemia requerirá un despliegue masivo de los recursos de los gobiernos en el África occidental y las organizaciones de ayuda, de acuerdo con la organización médica internacional, Médicos Sin Fronteras (MSF; Ginebra, Suiza).
Desde que el brote comenzó en marzo de 2014, MSF ha tratado a unos 470 pacientes, 215 de ellos casos confirmados, en centros especializados creados en la región. Han sido enviados unos 300 trabajadores de MSF, nacionales e internacionales, y más de 40 toneladas de equipos y suministros a la región, para ayudar a combatir la epidemia. En Guinea, MSF les da apoyo a las autoridades de salud mediante el suministro de asistencia médica para los pacientes en Conakry, Telimele y Guéckédou. Se construyeron unidades de tratamiento en Macenta, Kissidougou y Dabola. Los equipos de MSF están respondiendo a las alertas en los pueblos, haciendo sensibilización en las comunidades y ofreciendo apoyo psicológico a los pacientes y sus familias.
En Sierra Leona, en colaboración con el Ministerio de Salud, un equipo de MSF está construyendo un centro de tratamiento de Ébola de 50 camas en Kailahun, que abrirá sus puertas esta semana. Ya se han instalado pequeñas unidades de atención de tránsito en Koidu y Daru y una tercera abrirá pronto en Buedu. MSF también le ha proporcionado al Ministerio de Salud los suministros con el fin de apoyar la construcción de nuevos centros de tratamiento. En Liberia, un equipo de MSF ha puesto en marcha una unidad de tratamiento en Foya, otro en el hospital JFK de Monrovia, y también ha organizado cursos de capacitación y equipo donado. Pero MSF advierte que está teniendo dificultades para responder a la gran cantidad de nuevos casos y lugares.
“La epidemia está fuera de control; hemos alcanzado nuestros límites. A pesar de los recursos humanos y los equipos desplegados por MSF en los tres países afectados, ya no somos capaces de enviar equipos a los nuevos focos de la enfermedad”, dijo Bart Janssens, MD, director de operaciones de MSF. “La OMS, los países afectados y los países vecinos deben desplegar los recursos necesarios para una epidemia de esta magnitud. El Ébola ya no es un problema de salud pública limitado a Guinea; está afectando a la totalidad de África Occidental”.
La enfermedad por el ebolavirus (EVD) es una enfermedad viral, aguda, grave, a menudo caracterizada por la aparición repentina de fiebre, debilidad intensa, dolor muscular, dolor de cabeza y dolor de garganta. Esto es seguido por vómitos, diarrea, erupción cutánea, deterioro de la función renal y hepática, y en algunos casos, hemorragias, tanto internas como externas. Los brotes de EVD tienen una tasa de mortalidad de hasta el 90%. El virus se transmite a las personas, de los animales salvajes y se disemina en la población humana a través de la transmisión de humano a humano. No existe un tratamiento específico o vacuna para su uso en seres humanos o animales.