El ayuno prolongado favorece regeneración del sistema inmunitario
AYUNO PROLONGADO
Un estudio reciente sugiere que los ciclos prolongados de ayuno disparan la regeneración de las células inmunitarias con base en las células madre y la eliminación de células dañadas.
Investigadores de la Universidad del Sur de California (USC, Los Ángeles, EUA), la Universidad de Palermo (Italia) y otras instituciones han logrado demostrar, en un modelo de ratón, que el ayuno durante 2 a 4 días seguidos reduce los niveles circulantes del factor 1 de crecimiento tipo insulina (IGF-1) y la actividad de la proteína quinasa A (PKA), en diversas poblaciones de células, lo cual lleva a cambios en la transducción de señales de las células madre hematopoyéticas de largo plazo (LT-HSC) y de las células de nicho que promueven la resistencia al estrés, la auto-renovación y la regeneración equilibrada de los linajes.
Los investigadores también encontraron que los ciclos de ayuno repetidos disminuyeron la inmunodepresión y la mortalidad producida por la quimioterapia y revirtieron el sesgo mieloide dependiente de la edad, con lo cual se corrobora información anterior sobre la protección de los linfocitos a la quimiotoxicidad en estado de ayuno. Los efectos favorables del ayuno sobre la regeneración de las células madre se vieron reforzados por la deficiencia, ya fuera de IGF-1 o de PKA y debilitados por el suministro de IGF-1 exógeno. El ayuno prolongado también protegió de la toxicidad en un estudio clínico piloto, en el cual un pequeño grupo de pacientes humanos ayunó durante un período de 72 horas antes de la quimioterapia. El estudio fue publicado el 5 de junio de 2014, en la revista Cell Stem Cell.
Según los autores, el estudio tiene importantes implicaciones para la salud durante el envejecimiento, cuando la declinación del sistema inmunitario contribuye a que haya una mayor susceptibilidad a la enfermedad a medida que envejecemos. Al esbozar cómo los ciclos de ayuno prolongados destruyen las células inmunes más viejas y dañadas y generan otras nuevas, esta investigación también tiene implicaciones para la tolerancia a la quimioterapia y para un amplio rango de personas con deficiencias del sistema inmune, como los trastornos autoinmunes.
Investigadores de la Universidad del Sur de California (USC, Los Ángeles, EUA), la Universidad de Palermo (Italia) y otras instituciones han logrado demostrar, en un modelo de ratón, que el ayuno durante 2 a 4 días seguidos reduce los niveles circulantes del factor 1 de crecimiento tipo insulina (IGF-1) y la actividad de la proteína quinasa A (PKA), en diversas poblaciones de células, lo cual lleva a cambios en la transducción de señales de las células madre hematopoyéticas de largo plazo (LT-HSC) y de las células de nicho que promueven la resistencia al estrés, la auto-renovación y la regeneración equilibrada de los linajes.
Los investigadores también encontraron que los ciclos de ayuno repetidos disminuyeron la inmunodepresión y la mortalidad producida por la quimioterapia y revirtieron el sesgo mieloide dependiente de la edad, con lo cual se corrobora información anterior sobre la protección de los linfocitos a la quimiotoxicidad en estado de ayuno. Los efectos favorables del ayuno sobre la regeneración de las células madre se vieron reforzados por la deficiencia, ya fuera de IGF-1 o de PKA y debilitados por el suministro de IGF-1 exógeno. El ayuno prolongado también protegió de la toxicidad en un estudio clínico piloto, en el cual un pequeño grupo de pacientes humanos ayunó durante un período de 72 horas antes de la quimioterapia. El estudio fue publicado el 5 de junio de 2014, en la revista Cell Stem Cell.
Según los autores, el estudio tiene importantes implicaciones para la salud durante el envejecimiento, cuando la declinación del sistema inmunitario contribuye a que haya una mayor susceptibilidad a la enfermedad a medida que envejecemos. Al esbozar cómo los ciclos de ayuno prolongados destruyen las células inmunes más viejas y dañadas y generan otras nuevas, esta investigación también tiene implicaciones para la tolerancia a la quimioterapia y para un amplio rango de personas con deficiencias del sistema inmune, como los trastornos autoinmunes.